Alberto Casas.
Choricero, ignorante, inculto, ladrón, incompetente, traidor y toda clase de perlas del mismo o peor estilo son los atributos que se han aplicado a uno de los personajes más sorprendentes y polémicos de la Historia de España: el hidalgo extremeño Manuel Godoy y Álvarez de Faria Sánchez Ríos Zarzosa, nacido el 12 de mayo de1767 en la calle Santa Lucía de Badajoz y que, en plena juventud, se convirtió en el hombre más poderoso de la nación, política, militar y nobiliariamente, facetas en las que sólo era superado por el rey, Carlos IV.

En reconocimiento a su gran labor en el Tratado de Basilea, firmado el veintidós de julio de 1795, en el que se concierta la paz entre Francia y España, el 4 de septiembre del mismo años se le otorga el título de Príncipe de las Paz; se le nomina duque de Sueca, Barón de Mascalbó, Comendador de Valencia del Toboso y El Aceuchal, Super Intendente de Correos y Caminos. Portugal lo enaltece con la Gran Cruz de la Orden de Cristo, y el 18 de diciembre de 1829 el papa Pío VIII le confiere el título de Príncipe de Bassano. Para remate, con el fin de apartarle de su escandaloso y público amancebamiento con la jovencísima gaditana Pepita Tudó (Josefa Francisca de Paula de Tudó y Caytaalán), de quien se aseguraba que era la maja desnuda de Goya, los reyes le propusieron el matrimonio con la condesa de Chinchón, doña María Teresa de Borbón, hija del Infante don Luís, hermano de Carlos III, y por lo tanto prima hermana del rey. Godoy accedió, celebrándose la boda en El Escorial el 2 de Octubre de 1797; de esta unión nació una hija, Carlota, a la que la madre abandonó por ser hija de un monstruo. A la muerte de su esposa en 1829, Godoy contrae nupcias con su amante, Pepita Tudó, para la que en 1807 había logrado los títulos de condesa de Castillofiel y vizcondesa de Rocafuerte.

En cuanto a su supuesta y malsinamente difundida incultura e incluso analfabetismo, la realidad es que recibió una esmerada educación que le permitió ser admitido, a los diecisiete años, en el Cuerpo de Guardia de Corps, destinado a la custodia y salvaguardia de la familia real, eligiéndole el destino para que en el trayecto de La Granja a Segovia, fuera el que con arrojo y decisión evitara que su caballo desbocado ocasionara un grave accidente a la carroza que transportaba a la real pareja que mostró su deseo de mostrarle su agradecimiento personalmente. En este encuentro, los reyes fueron ganados, no sólo por la agraciada presencia del joven guardia de corps y su apostura, sino, especialmente, por sus criterios sobre la difícil situación política del país que decidió al rey a mantenerlo a su lado como hombre de confianza, convencido de su inteligencia, ecuanimidad de sus criterios y de su lealtad.

El omnipotente Príncipe de la Paz , del que Napoleón decía que era “el verdadero rey”, después de sufrir prisión (Villaviciosa de Odón y Bayona), continuas vejaciones y destierros, Marsella, Roma y Pésaro, pudo recalar finalmente en Paris. Tuvo la satisfacción de que el Tribunal Supremo, en 1840, dictaminara que en su conducta no se apreciaba ninguna clase de delito y que en 1849 Isabel II decretara su total rehabilitación y correspondiente devolución de sus títulos y bienes, que nunca le entregaron. La Tudó le abandonó en 1834, trasladándose a Madrid donde falleció, en 1869, a los 92 años de edad.
Manuel Godoy murió en París, casi en la miseria, el 4 de Octubre de1851. Sic transit gloria mundi.
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