Alberto Casas
Corresponde
a Vicente Yáñez Pinzón (1462-1514) la gloria de mandar la carabela Niña en el descubrimiento de América,
pero también de ser, no sólo el primero que descubrió la costa mejicana, con
las carabelas Magdalena y San Benito en la expedición que realizó en
1508 con Diego Díaz de Solís, sino, asimismo, el primero que cruzó la línea equinoccial
alcanzando, aproximadamente, los 8 grados de latitud Sur y descubrir, sobre los
días 20 y 26 de Enero de 1500, las tierras vírgenes del Brasil, de las cuales
tomó posesión cortando ramas y árboles, y
paseándose por ellas y haciendo semejantes actos profesionales y jurídicos.
Las naves expedicionarias, cuatro
carabelas pequeñas, que zarparon del muelle de las Muelas de Sevilla entre
noviembre y diciembre de 1499, iban tripuladas mayoritariamente por sus
parientes y vecinos de Palos, Moguer, Punta Umbría, Lepe etc., algunos curtidos
en la travesía oceánica, como su hermano Francisco Martín Alonso Pinzón, su tío
Diego Martín Pinzón el Viejo, sus
primos Juan, Francisco y Bartolomé (hijos de Diego), el físico Garci Fernández
que desde el primer momento había apoyado a Cristóbal Colón durante su estancia
en Palos de la Frontera ,
a los pilotos Juan de Jerez, Juan Quintero Príncipe, Juan de Umbría (Punta
Umbría) primo segundo de los Pinzones, Alonso Núñez y Juan de Jerez, los
marineros García Alonso, Diego de Alfaro, Rodrigo Álvarez, Diego Prieto, Antón
Hernández Colmenero, que años más tarde, en 1519, se embarcó en la expedición
de Magallanes que culminó El Cano dando la primera vuelta al mundo, siendo de
los pocos supervivientes que en la nao Victoria
desembarcó en Sevilla el año 1522; Juan Calvo, Juan de Palencia, Manuel
Valdovinos, Pedro Ramírez, Juan de Lepe, Pedro Medel, el despensero García Hernández,
Cristóbal de Vega y otros, como Arias Pérez y Diego Fernández Colmenero, hijo y
yerno respectivamente de Martín Alonso Pinzón.
Por entonces la
navegación astronómica, por debajo de la línea ecuatorial, ofrecía serias
dificultades ante el hecho de que al ocultarse la estrella Polar en el
hemisferio y desconocerse las características de la Cruz del Sur, la situación
sólo podía obtenerse por la meridiana del Sol y el correspondiente cálculo de
las declinaciones.
Datos rigurosamente
históricos avalan la primacía del piloto Palermo en las costas brasileñas, como
el avistamiento del promontorio al que se bautizó como Santa María de la
Consolación , probablemente los actuales cabos San Agustín
o el San Roque, desde el que ordenó virar en redondo arrumbando al norte encontrando,
próximo a la línea equinoccial, una corriente de agua dulce y fangosa que
penetraba muchas millas en el mar, decidiendo seguir su estela gobernando hacia
tierra hasta abocar en la desembocadura de un gran y caudaloso río que los
indios llamaban Tungurahua y que él bautizó
con el nombre de Santa María del Mar
Dulce, después Amazonas que le puso el extremeño Francisco de Orellana en
1541.
Con motivo de los
pleitos colombinos promovidos por el hijo del Almirante, D. Diego Colón,
Vicente Yáñez compareció ante el fiscal del rey el 31 de Marzo de 1513,
declarando que: ….descubrió toda la
costa, é luego corriendo al occidente la cuarta al nurueste, que así recorre la
tierra, é que descubrió é halló la mar dulce, é que sale 40 leguas en la mar el
agua dulce… Explorando su inmenso estuario (Boca del Río Grande), la
flota fue sorprendida por una gigantesca ola que con gran ruido, velocidad y
violencia la arrastraba río adentro, poniendo a las naves en peligro de
zozobrar que, finalmente, pudo ser evitado gracias a la pericia y esfuerzos de
la marinería.
En las probanzas de los pleitos citados, el 25
de septiembre de 1515, Antón Hernández Colmenero manifestó que: ….entraron en un río en que hallaron agua
dulce, que entra el agua dulce en la mar 30 leguas, é estando surtos los
navíos, alzábase de golpe la mar é el ruido que traía les alzó cuatro brazas el
navío…. Este fenómeno, conocido como macareo
y por los indios Pororoca que en su
legua significa gran estruendo,
constituye una de las pruebas más evidentes del descubrimiento del Amazonas y consecuentemente
del Brasil por Vicente Yánez, aunque los portugueses proclaman a Pedro Álvarez
del Cabral o a una expedición secreta de Duarte Pacheco como los descubridores
de esas tierras, cuando antes que Cabral
y poco después de Vicente Yáñez, su primo Diego de Lepe, acompañado de su
hermano Juan Rodríguez de Mafra, también recalaba en la costa brasileña,
descubriendo en su retorno el río Orinoco.
En la Real Provisión
dictada por el emperador Carlos I en Barcelona en 1519, otorgando escudo de
armas a la familia Pinzón y sus descendientes, se declara: …diz que descubrieron seis cientas leguas de Tierra Firme, é hallaron
el gran río y el Brasil…
Se trata, en
definitiva, de reivindicar un acontecimiento cuya trascendencia histórica,
social y económica lo demandan.
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